Berna

Berna, una ciudad medieval con mucho encanto

La Torre del Reloj, vista desde la calle Kramgasse

La Torre del Reloj, vista desde la calle Kramgasse

Aunque muchos piensan que es Zúrich, la capital de Suiza es Berna, una ciudad con unos 350.000 habitantes. Berna es como un cuento, es un lugar en el que perderse y olvidarse de todo. Su centro histórico es increíble –es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1983-; y dar un paseo por sus calles es muy agradable, por ejemplo por Spitalgasse, Marktgasse o Kramgasse, con sus edificaciones medievales perfectamente conservadas y sus suelos adoquinados, con tiendas a ambos lados, bajo los soportales –recomiendo mejor llevar calzado cómodo-.

Hay dos cosas que me encantaron en Berna. La primera, la limpieza de sus calles. No vi un solo papel fuera de su sitio, es increíble -y maravilloso-. Y la segunda, su gastronomía, muy influenciada por los italianos y sobre todo los franceses. Los quesos suizos están de muerte, y las fondues son deliciosas. Aunque por supuesto no podemos olvidarnos del chocolate, del que hay cien mil (o más) variedades… Está tan bueno que no puedo ni describirlo, ¡qué rico!

El Bundeshaus, sede del Gobierno suizo

Bundeshaus o Palacio federal de Berna

Bundeshaus o Palacio federal de Berna

Hay muchos lugares que visitar en la zona antigua de Berna. Uno de ellos es el Palacio del Parlamento, situado en la Bundesplatz, que es la sede actual del gobierno y de la Asamblea Federal de Suiza. Es un edificio renacentista precioso, con una cúpula de cristal impresionante. Además, durante toda la primavera y verano hay una fuente enfrente que consiste en chorros de agua que salen desde el suelo. Muy divertido y genial para mojar a tus amigos.

La Torre del Reloj o Zytgloggeturm

Es uno de los principales atractivos turísticos de Berna. En la fachada oriental de esta torre medieval hay un reloj astronómico del siglo XV que marca la hora, el día, el mes y hasta la posición del sol en el Zodiaco. Además, cuatro minutos antes de cada hora desfilan unos osos y sale un gallo que cacarea, acompañados por un bufón que baila. Así que es aquí donde tenemos que poner en hora nuestro reloj, porque ya sabemos cómo son de precisos los suizos con ese tema…

¡En Berna hay osos!

Al fondo, el Bärenpark junto al río Aar

Al fondo, el Bärenpark junto al río Aar

Siguiendo mi recorrido por el casco antiguo, cuál fue mi sorpresa que de repente veo una ladera con osos vivos, tranquilamente paseando o durmiendo… ¡Menos mal que estaban en un recinto vallado! Resulta que es el Bärenpark, situado a orillas del río Aar, un parque 6.000m2 en el que los plantígrados viven a sus anchas, siempre bajo la atenta mirada de niños, turistas y curiosos. Cabe recordar que el oso es el símbolo de la ciudad de Berna.

Uno de los osos en Bärenpark

Uno de los osos en Bärenpark

En definitiva, Berna es una maravilla. Fui tan sólo un fin de semana pero estoy deseando volver y conocerla más a fondo. Me da la sensación de que es un lugar bastante desconocido por los españoles, quiero decir, todo el mundo ha oído hablar de Berna, pero poco sabemos de esta ciudad, y supongo que de ahí mi sorpresa por este sitio de apariencia tan antigua, pero que contrasta con la modernidad de sus alrededores. Ha sido un gran descubrimiento. De verdad, espero volver pronto.

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