Bali es una de las islas más enriquecedoras de Indonesia, y probablemente del mundo. No es muy grande, tan sólo 145 km de largo y 80 km de ancho, con una superficie total de 5.700km2. Sin embargo esta pequeña isla esconde una infinidad de templos, los hay por todos lados, en las ciudades, pueblos, casas, arrozales, cuevas, rocas… Recordemos que la mayor parte de los balineses son hinduistas, a pesar de que la religión mayoritaria de Indonesia es el Islam.
Es una sensación difícil de explicar, pero estando en los templos sientes mucha tranquilidad y se respira mucha pureza. Son una maravilla, y si podéis os recomiendo visitarlos durante los rituales o ceremonias.
Pura Tanah Lot
Es el templo más conocido, visitado y fotografiado de Bali, y es espectacular. Famoso por sus alucinantes puestas de sol, se encuentra sobre una roca que casi se cubre por completo cuando la marea es alta, así que sólo se puede acceder a él cuando la marea está baja. Fue construido en el siglo XV por orden del sacerdote Nirartha, que lo consideró un lugar sagrado. Además, la leyenda dice que en la base de esta isla rocosa viven serpientes marinas venenosas que se encargan de proteger el templo de los malos espíritus. También se dice que allí vive una serpiente gigante que salvaguarda Tanah Lot, y se creó a través de la bufanda que Nirartha.
Es un lugar increíble, pero en mi opinión, lo peor que tiene es el mercadillo que hay que atravesar para llegar al templo, lleno de souvenirs a precios más elevados que en el resto de la isla, restaurantes turísticos y lugareños intentando que te fotografíes con serpientes… Llega a saturar e incluso a agobiar un poco debido a la enorme cantidad de gente que se concentra allí, pero al ver el extraordinario templo se te olvida todo.
Pura Taman Ayun
Este templo está considerado como uno de los más bellos de Bali y está situado en un enorme parque entre árboles y estanques. Fue construido en 1634 por el Rajá I Gusti Agung Anom, perteneciente al reino Mengwi, y lo más destacable son sus torres meru (una especie de pagodas con tejados de madera y paja, una encima de otra) y sus santuarios. Se puede subir a una de torres y desde allí son preciosas las vistas de los jardines y de los fosos llenos de agua, que proceden de un río cercano.
Es muy agradable pasear son los jardines, así que es muy recomendable llevar zapatos cómodos, y se puede ver a los balineses llevando ofrendas y rezando.
Pura Tirta Empul
Lo más importante de este templo es su manantial sagrado, que se dice que tiene propiedades curativas, tallado en piedra y alimentado por agua sagrada procedente doce fuentes. Se construyó en el siglo X, y desde entonces los balineses siguen el mismo ritual, que es hacer una ofrenda y después sumergirse en sus aguas milagrosas para purifcarse.
Por lo demás, hay más estatuas de dioses y por supuesto se celebran ceremonias. Además, a la entrada hay un estanque con peces que puedes alimentar. Eso sí, es fundamental entrar en el templo con las piernas tapadas, tanto hombres como mujeres, pero en la entrada una persona muy amable os puede dejar un sarong, que es como un pareo, y luego lo devolvéis a la salida.
Por todas estas maravillas Bali es conocida como “la Isla de los Dioses” o “la Isla de los Mil Templos”. Pero además de estos templos, hay muchísimos más que merece la pena conocer, como el Templo de Besakih –el más grande y sagrado de Bali-, el Templo Batu Karu Luhur –situado en un precipicio-, el Templo de Pura Ulu Danau –en el lago Bratan-, el Templo Goa Gajah –conocida como la caverna del elefante- y muchísimos más. En Bali se respira paz y armonía. No os olvidéis que Bali es mucho más que playas paradisíacas…
Visita Bali, una isla única e inolvidable