Tras mi visita a Atapuerca, la única conclusión que me queda es que, si no hubiera sido periodista, hubiera sido arqueóloga. Nunca me he sentido atraída por el mundo de los huesos, la investigación de restos materiales (o humanos) o el conocer la forma de vida de nuestros más remotos antepasados. Es más, me aburría bastante en el colegio cuando hablaban de estos temas… Pero todo esto cambió cuando, casi por casualidad, llegué a Atapuerca.
Primera parada: el MEH
Antes de visitar estos yacimientos, creo que es fundamental dar una vuelta por el Museo de la Evolución Humana (MEH), que se encuentra en la ciudad de Burgos. Fue inaugurado el 13 de julio de 2010, y tiene como objetivo divulgar y conservar los restos arqueológicos encontrados en los yacimientos. Considero importante ver el Museo lo primero porque está todo muy bien explicado y hay mucha documentación, fósiles, cráneos –como el del famosísimo Miguelón-, reproducciones… y será más fácil hacerte una idea cuando posteriormente se visiten los yacimientos. Además, hay un espacio dedicado a la teoría de la evolución de Charles Darwin y a la historia de la evolución humana.
Explorando los Yacimientos de Atapuerca
El segundo paso sería visitar la Sierra de Atapuerca, que está al norte de la localidad de Ibeas de Juarros, muy cerca de Burgos. Aquí es donde podremos visitar los famoso yacimientos. Las visitas son todas guiadas y en grupos reducidos, y es obligatorio llevar casco (que ellos te proporcionan). Si has visitado el MEH primero, te será muy fácil situar cada hallazgo en las diferentes simas y trincheras.
Lo primero que nos encontramos es la Trinchera del Ferrocarril, donde se encuentra la Sima del Elefante. Allí se encontraron fósiles de elefantes, otros animales y homínidos, y sedimentos de más de un millón de años. Otro de los atractivos de Atapuerca es la Sima de los Huesos, en la Cueva Mayor. Aquí se han encontrado numerosos restos animales y más de 5.000 fósiles humanos, el más importante de ellos el “cráneo número 5”, popularmente llamado “Miguelón” (en honor al ex ciclista Miguel Indurain) y se trata del cráneo mejor conservado del mundo. Pero hay mucho más que explorar en los Yacimientos de Atapuerca y que seguro os fascinarán según lo vayáis descubriendo.
Aprender a vivir como en la Prehistoria
La última parada es el Parque Arqueológico, situado en el mismo Atapuerca, un lugar en el que de forma interactiva podemos conocer cómo se vivía en la Prehistoria. Las visitas también son en grupo y guiadas, algo fundamental porque el guía te enseña a hacer fuego con las piedras, a fabricar las armas que se usaban en los diferentes periodos, a usar el pincel como en las películas para descubrir restos arqueológicos, e incluso a cazar con lanzas, como hacían hace miles de años.
Como último consejo a la hora de visitar estas maravilla, hay que tener en cuenta el clima de Burgos: mucho frío y humedad en invierno (incluso en junio, cuando yo estuve, que hacía un frío de narices), y mucho calor en verano. Además, las visitas al Parque Arqueológico y a los yacimientos obviamente son al aire libre y están en una Sierra, por eso es muy recomendable llevar ropa y calzado cómodo. Y por último, es imprescindible reservar para la visita de estos dos sitios (se puede hacer a través de la página web del Museo).
No tengo palabras para describir lo apasionante que fue este viaje, y repito que mi interés por la arqueología era casi nulo. Además, una de las cosas que más me gustó fue que en todos estos sitios te explican todo de una forma muy sencilla, clara e incluso divertida, para que todo el mundo se entere de todo. Y esto es fundamental para poder disfrutar de la visita, ya que con tanto Homo sapiens, Homo antecessor, Homo heidelbergensis –como Miguelón-, y luego el pleistoceno, el holoceno y todas las etapas… acaba siendo un lío. Sin duda hay que ir a Atapuerca para ver en vivo lo que aprendimos cuando estábamos en el colegio y saber un poco más de dónde venimos.
Es una delicia leerte y comparto plenamente todo lo que describes. Tuve la suerte de visitar recientemente Atapuerca con alguien muy especial que me animó y sin imaginarlo, ha sido de los viajes más interesantes y que más he disfrutado en mi vida.
Así cualquiera! La Arqueología es mi vocación frustrada (opté por el periodismo… y hay días en los que me arrepiento y preferiría estar en un yacimiento, buscando e investigando) y comparto tu entusiasmo 😉
Atapuerca es una asignatura pendiente… pero caerá pronto, espero…
Pues aprovecha ahora!! Que dentro de poco hará muchísimo frío jaja.
Si, yo a veces también pienso que es una vida mucho más relajada y en muchas ocasiones más gratificante… No dejes de ir, te va a encantar!!
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